En nuestro estudio de tatuajes en Guadalajara creemos que las tintas son un fotograma en la piel. Detenemos el tiempo haciendo un retrato en tu cuerpo para la posteridad, y ese retrato es el reflejo de quién eres cuando te lo haces. Lo eliges según te inspira el diseño, el estilo, tu imaginación y tus deseos.

Los tatuajes permanecen, pero los estilos cambian. En los últimos años hemos visto cómo el estilo blackwork está ganando cada vez más protagonismo. Lo solicitan muchos clientes de nuestro estudio de tatuajes en Guadalajara, enamorados de esa compleja sencillez que solo el uso del negro puro puede conseguir. Porque eso es el blackwork: «trabajo negro».

Un formato de tatuaje en el que solo se usa tinta negra, tanto para los contornos como para el interior. Eso resulta en una ilustración limpia, bien definida. El negro intenso, sin matices, se plasma en la piel creando una imagen impactante, rotunda, llena de personalidad.

El blackwork tiene sus limitaciones y sus virtudes. Obviamente, si apuestas por un tatuaje blackwork puro, el dibujo no se beneficiará de los efectos del color. Pero sí ganará en carácter y definición. Algunas personas apuestan por darle un toque de color, como una pizca de blanco para un brillo o un rojo intenso para una mancha.

La esencia del blackwork es la pureza, y esa su principal virtud. Con el blackwork el cuerpo se convierte más que nunca en el lienzo de un buen diseño. Es arte puro, ya que con este tatuaje no buscamos realismo, mensajes ni significado. Queremos estética, diseño y estilo, ya sea con líneas minimalistas, con diseños intrincados o con grandes «bloques» de negro puro.

En Studio Ocho nos encanta el blackwork, un estilo para los más atrevidos que quieren ser la hoja en blanco donde el artista usa la tinta más negra.