En nuestro estudio de tatuajes en Guadalajara trabajamos con una gran cantidad de diseños diferentes tanto en blanco y negro como en los colores más llamativos. Y precisamente de las tintas que empleamos para hacer tan vistosos dibujos queremos hablar en este artículo.

Básicamente, un tatuaje consiste en introducir unas partículas con pigmentos en la dermis para impedir su eliminación. La profundidad en la que se colocan varía. Además, el modo en que se realiza un tatuaje va a condicionar también las posibilidades de eliminarlo. La mayoría de los tintes que utilizamos en nuestro estudio de tatuajes en Guadalajara son de procedencia natural pero inorgánica, aunque también se emplean pigmentos sintéticos. Estos pigmentos se mezclan para obtener los colores deseados, que pueden ser varios, aunque no se suelen aplican de forma simultánea dos colores diferentes.

Los pigmentos que empleamos son muy estables frente a agentes como la luz o el calor. Los más habituales son los óxidos de cromo anhidro, que nos da un elegante tono verde; el dióxido de titanio, para los blancos; el ferrocianuro férrico que genera el color azul, y diferentes óxidos de hierro con los que logramos las tonalidades rojas, negras, amarillas y marrones). También podemos utilizar otras tintas orgánicas sintéticas que aportan tonos más brillantes, aunque son algo menos estables en cuanto a la duración de la intensidad del color. De este tipo, los más habituales son las sales de aluminio, las de calcio de las de bario.

En nuestro estudio trabajamos siempre con pigmentos de la más alta calidad para garantizar que los tatuajes ofrezcan un buen resultado, sean muy duraderos y no provoquen ningún problema.

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